La música juega un papel muy importante en la vida de las personas. Acompaña, influye en el estado de ánimo, divierte, relaja, identifica. Pero también tiene el poder de activarnos y de motivarnos a comprar. Los investigadores lo llaman selección musical emocional. Varios estudios han demostrado que más del 70 por ciento de los consumidores que entran en un negocio en el que suena música de fondo terminan realizando sus compras allí. Es que la música produce bienestar emocional, aunque no seamos conscientes de ello.

Ahora, ¿cuál es la indicada para nuestro local? ¿Instrumental o canciones con letras? ¿Clásica, rock o pop? Diversas variables se ponen en juego al momento de seleccionar el mejor sonido para nuestro negocio. Para eso, es necesario tener en cuenta:

Nota música

-la imagen de la marca

-las características del producto

– el sector de la población al que va dirigido

– la franja de edad de los consumidores

– la intensidad de la música

Por ejemplo, si el local tiene como target a jóvenes entre los 14 y 25 años, la música pertinente serán los temas de actualidad, con ritmos más movidos y rápidos y un volumen más intenso, ya que este sector de población valora mejor aquellos locales de ropa  que ponen música conocida y de moda. Por el contrario, puede ocurrir que la música suene de fondo, con una intensidad de volumen casi imperceptible y sin embargo conseguir el mismo objetivo, el de incentivar las compras. Porque el cliente se relaja, la música lo guía y permanece más tiempo dentro del establecimiento.

Al mismo tiempo, la música en el punto de venta tiene otra ventaja: ayuda a los empleados a sentirse más contentos con su trabajo y de mejor ánimo.

No hay dudas de que los sentidos intervienen directamente en el comportamiento de las personas. Por eso, a la hora de alcanzar el éxito de tu negocio, incorporá la parte sensorial y aprovechala de manera positiva para lograr que tus clientes tengan una experiencia de compra placentera.