Tener un local amplio es el sueño de muchos. Sin embargo, no siempre se dan las condiciones para poder acceder a un espacio de grandes dimensiones. Por eso, disponer de un local reducido no debe ser un obstáculo para crear un gran negocio. Hoy existe una disciplina llamada interiorismo comercial a través de la cual se proyectan espacios considerando formas, iluminación, texturas, ubicación geográfica, materiales y colores con el fin de crear una experiencia placentera en el cliente.

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Teniendo en cuenta estos factores, a continuación te sugerimos algunas ideas para que aproveches al máximo tu local. Porque lograr un espacio agradable en pocos metros cuadrados es posible.

1. Considerá el exterior para atraer al cliente

Siempre que la legislación lo permita, podés aprovechar la entrada a tu local para atraer las miradas. Si tenés la posibilidad, armá una zona con sillas o sillones o cajas de madera. Las plantas en el exterior, las pizarras con frases o carteles originales que transmitan un mensaje suman un montón.

2. Pensando en vertical ampliarás la sensación espacial

La colocación del producto en diferentes niveles aporta sensación y amplitud espacial. Aprovechar el techo es otra estrategia a tener en cuenta. Podés colgar desde allí las estanterías para que desciendan en diferentes niveles.

3. La iluminación es clave

La luz juega un papel muy importante en espacios pequeños. Si disponemos de luz natural, debemos intentar aprovecharla al máximo. La vidriera nos permite la mayor entrada de luz. En caso de que el sol irradie demasiado en la fachada, podemos ayudarnos con un toldo exterior.

4. En cuestión de colores, mejor los claros

En diseño de tiendas pequeñas, los colores claros son los que nos aportan mayor visión espacial. Intentá evitar los colores fuego, rojo y amarillo, ya que son demasiado estimulantes y empequeñecen el espacio. Si los utilizás, que sea para pequeños rincones. Por eso, mejor optá por las tonalidades de blanco, beige o pasteles. También podés crear un efecto contraste combinando otro color, en zonas muy específicas, que guarde relación con tu identidad de marca. Lo importante es que, si dispones de poco espacio, lo aproveches al máximo para destacar tu producto que debe ser el protagonista.

5. Las paredes son grandes aliadas

Cuando disponemos de poco espacio las paredes se convierten en grandes recursos. Podés aprovechar para colgar de alguna de ellas ilustraciones, estanterías o elementos decorativos como cuadros o plantas, que vayan con la estética de tu marca. Como recomendación, siempre es mejor decorar sólo una pared lateral y dejar la otra vacía o semivacía. De esta manera evitamos saturar el ambiente. Lo mismo si queremos colocar papeles estampados, es conveniente emplearlos en una sola pared y evitar los que tienen mucho detalle. Así impedís que el ambiente se recargue visualmente.

6. Probá crear un efecto ventana para dar vida

¿Qué pasa si disponemos de poca entrada de luz natural? Una manera de dar vida al espacio y las paredes es crear un efecto ventana. Se puede hacer de diferentes maneras, pero siempre debe estar integrado con el resto de la decoración. Podemos crear un marco de madera con ilustraciones o una gran fotografía. Además, ante la falta de luz también podemos recurrir a un proyecto de iluminación que realce puntos estratégicos del local: los productos, la zona de pago, los probadores. Utilizar diferentes tonalidades de luz para destacar zonas es una gran estrategia para ofrecer sensación de amplitud.

7. Evitá materiales y mobiliario estridentes

Las miradas deben centrarse en el producto no en la decoración. Por eso, para no despistar a los clientes conviene no utilizar materiales que resalten mucho y resten espacio. Siempre es mejor optar por elementos naturales, maderas o cerámicas en tonos neutros, sin recargar; evitar los objetos decorativos de gran tamaño y las líneas de estilo art decó.

En relación al mobiliario en locales pequeños, es preferible utilizar uno hecho a medida o dinámico y convertible. Es necesario entonces analizar nuestro espacio, ver si necesitamos quizás algún soporte nuevo o quitar alguno que sobra y saca espacio a nuevos productos. Esto nos permitirá variar la decoración y lograr una mayor funcionalidad. Por ejemplo, los percheros móviles son muy útiles ya que los podemos ir cambiando de lugar y permiten una combinación infinita de posibilidades. Hay que intentar combinar los expositores con colecciones más pequeñas como bolsos, bijouterie, zapatos, pañuelos, anteojos. Así podemos ayudar a nuestros clientes a tener una visión global de su imagen.

8. Prestá atención a la exposición del producto

En el caso de las prendas, es fundamental que estén bien ordenadas en los percheros y en los estantes. Y además, tener en cuenta el número de prendas que pondremos en cada perchero ya que no es bueno sobrecargar, dificulta la visibilidad y cansa a los clientes. Una herramienta útil es crear diferentes secciones, ya sea por tipología o colores. La idea siempre es atraer al cliente lo máximo posible y que tenga una buena experiencia en su paso por nuestro local.

9- ¡Potenciá tu vidriera!

Una opción excelente son los vinilos decorativos. Ellos no solo son un buen recurso para informar promociones, nuevas campañas, redes sociales, sino también son útiles y pueden servirte como elementos sencillos de ambientación.

La decoración de un local es fundamental para la identidad de nuestra marca. No es algo que se resuelva de un día para el otro, es un proceso que lleva tiempo, dinero y trabajo. Sin embargo, a la hora de poner manos a la obra, hay una premisa que nunca falla: menos es más y la simplicidad y las líneas rectas son bienvenidas.