Cada vez más mujeres emprenden su propio sueño profesional y comienzan un camino diferente que las convierte en empresarias. Entre los motivos se encuentran la búsqueda de independencia, la realización personal, el afán por nuevos desafíos y el balance entre la vida familiar y laboral, siendo el dinero el móvil menos relevante. Los hombres, por el contrario, ubican al dinero entre los factores con mayor peso para emprender.

mujer emprendedora

En los últimos años, la cantidad de mujeres que crean y lideran sus propios negocios está creciendo sin interrupción en Argentina. En 2015, el monitor de emprendedurismo global (GEM) realizó un estudio que estableció que el 6% de las mujeres argentinas tienen su propio negocio establecido. En general, la tendencia empresarial entre ellas creció significativamente, debido a que el número de firmas iniciadas por féminas aumentó 80% en los últimos tres años.

Aunque las mujeres emprendedoras son muchas menos que los hombres, está demostrado que a ellas les va mucho mejor que a ellos emprendiendo. Y los datos lo avalan. Según el estudio Women in Technology de la Fundación Kauffman, las tasas de retorno femeninas a la hora de emprender tienen un 35% más de rendimiento que la de los hombres. Además, las mujeres también se destacan por su capacidad de ofrecer productos y servicios innovadores en sus negocios. Y prácticamente a la par de ellos. La Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) entre las mujeres se ha incrementado un 7% en 61 economías de todo el mundo en tan sólo dos años.

Al momento de enfrentar los desafíos laborales de estos tiempos, son las ideas originales, la manera de implementarlas y las personas que las desarrollan lo que diferencia el negocio o el fracaso de un emprendimiento. Cada persona tiene sus herramientas, algunas fortalezas o talentos, como también debilidades. Sin embargo, más allá de lo genético-social también se encuentran las características de género. En ese sentido, las mujeres aventajan al hombre en la pasión y la capacidad de ponerse en el lugar del otro, entre otras virtudes que les permiten afrontar de manera competitiva y liderar empresas exitosas.

Entre los casos exitosos podemos nombrar a la norteamericana Sara Blakely, fundadora y única dueña de Spanx, empresa de medias y ropa interior moldeadora. Con 41 años pasó a ser la millonaria más joven de la lista Forbes (se encuentra en el puesto 1.153 de 1.226). A fines de los ‘90, con casi 30 años y luego de ser rechazada en su postulación a un posgrado en los EEUU, sin conocimientos previos, revolucionó la industria de la moda. Otro ejemplo concreto son las gurúes beauty Katie Rodan y Kathy Filds quienes construyeron un imperio de USD 1000 millones a partir de dos firmas dedicadas a cuidados de la piel.

Claro que emprender una empresa propia es todo un desafío, pero no es imposible. Te sugerimos algunos lugares donde acudir para asesorarte y animarte a cambiar tu vida profesional.

– Voces Vitales tiene como objetivo fortalecer el liderazgo de las mujeres de Argentina para impulsar el crecimiento de sus comunidades. A través de programas de capacitación y mentoreo, trabaja en identificar, capacitar y fortalecer a jóvenes líderes emergentes en las áreas política, social y económica.

– Programas para emprendedores del Gobierno de La Ciudad . El GCBA cuenta con programas de capacitación, financiamiento e incubación de emprendimientos.

– Ellas² es una comunidad de innovadoras y emprendedoras tecnológicas. En esta comunidad, las emprendedoras se registran para acceder a recursos que ayudan a potenciar su negocio, obtienen descuentos en servicios y productos, y acceso privilegiado a iniciativas y programas.

-La plataforma Mujer Emprendedora de Latino América y el Caribe es una iniciativa de NXTP Labs  que se forma para inspirar a más mujeres a animarse a desarrollar todo su potencial personal y profesional, a pensar en grande y así crear empresas de alto impacto, que se conviertan en el motor de crecimiento de Latinoamérica y el Caribe.