A la hora de emprender un negocio, una de las desiciones más importantes es elegir el modelo de marca que vamos a utilizar, es decir, si vamos a ofrecer productos de una marca única o si optaremos por una estrategia multimarca. En este último caso, cabe considerar algunas virtudes y posibilidades de cada modelo que nos ayudarán a tomar la decisión más adecuada.

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Modelo de marca única

El modelo de marca única consiste en tener una megabrand que alberga a todos los productos a comercializar en un negocio. Es un modelo osado si hablamos de los primeros pasos la marca, ya que requiere reconocimiento por parte del público. Sin embargo, si se trata de una marca conocida (sea propia o una franquicia), es una estrategia fuerte que puede funcionar exitosamente.

Una de las ventajas de este modelo de gestión es que es de fácil reconocimiento para el público y no requiere una gran inversión (si hablamos de una marca de trayectoria), ya que la identidad está planteada de antemano. Esto ofrece beneficios a la hora de generar promociones y lanzamientos.

Como desventaja, en este modelo se dificulta la diversificación de productos y, si la marca se ve afectada por una visión negativa o una competencia fuerte, se ve rápidamente reflejado en el rendimiento de todos los productos.

La estrategia de marca única requiere una apuesta fuerte a todo o nada. De no conseguir la repercusión y el reconocimiento pretendidos, todo el negocio se verá afectado.

Los expertos recomiendan el uso de esta estrategia en el caso de el lanzamiento de toda una línea de productos relacionados entre sí, como una línea de ropa para adolescentes o una línea deportiva. Pero no recomiendan lanzarse con este modelo si el negocio si se ofrecerán productos de diversa índole dentro del mismo local.

Modelo multimarca

En su opuesto, el modelo multimarca, consiste en ofrecer productos de marcas diversas. Esta estrategia permite tener muchos productos compitiendo en el mercado y poder analizar cuáles son los que mejor rendimiento tienen.

En este modelo, se puede visualizar qué marcas funcionan mejor y realizar una selección inteligente para cada segmento consumidor según el gusto imperante.

Un negocio multimarca es una buena estrategia si estamos por lanzar una marca al mercado y queremos hacer un testeo de repercusión. En este caso, conviene incluir en la propuesta del local la marca propia y otras marcas que ya estén posicionadas en el mercado.

Este modelo facilita la diversificación y extensión de línea, permitiendo aumentar la oferta de productos dentro del mismo local. También favorece la diversidad de precios y públicos dentro del local.

En torno a la ubicación geográfica, si estamos pensando en abrir un local y no realizamos un análisis de mercado y competencia, conviene incluir una propuesta multimarca y, de esta manera, ir conociendo de a poco los gustos del público y adaptando y mejorando la oferta, reduciendo el riesgo de inversión.

Este modelo requiere de un exhaustivo análisis de rotación de stock y ofrece el riesgo de invertir en marcas que no sean rentables, generando pérdidas en el local.

El modelo multimarca implica una clara gestión de la comunicación y la identidad del negocio, ya que la ampliar tanto la oferta, puede generar confusión en el público o no atraer a los clientes estratégicos.