La llegada de la Primavera es la oportunidad perfecta para renovar el interior de tu local con nueva mercadería, ofreciendo un entorno dinámico. El interior de un negocio estratégicamente ordenado es un puntapié fundamental para atraer las ventas.

circuito

A la hora de organizar la mercadería deberás prestar atención al orden visual según los circuitos naturales del público para guiar a los clientes en sus compras y lograr su atención en lugares decisivos.

El primer paso

Lo primero que debemos evaluar para organizar correctamente la mercadería al interior del local es el mobiliario y las dimensiones, es decir, si es un local cuadrado, rectangular, largo, con desniveles, con techos altos o bajos, con estanterías, percheros colgantes, espacio para maniquíes, etc. De esta manera, teniendo en cuenta los productos que vamos a exponer y los modelos y talles que debemos ordenar en el mobiliario, nos daremos cuenta si necesitamos más o menos espacio, y si nos sirve lo que tenemos o debemos agregar algo más (ya sea un soporte, un mueble o una luminaria, entre otros).

Detectar cuáles son las diferentes zonas y crear un camino

Además de observar el entorno debemos mirar a los clientes para determinar cuál es su ruta, es decir, qué camino siguen naturalmente y qué zonas no tienen circulación.

Existen diferentes zonas al interior del local que se determinan por la circulación y la fijación natural de la vista. Estas zonas son los puntos fríos o calientes que nos ayudan a organizar las prendas y exhibirlas según sean de primera necesidad, lanzamientos o productos en promoción.

El primer espacio de contacto con los clientes es la llamada zona del umbral

Este lugar es la primera experiencia y determinará la primera impresión. Como es un lugar de paso, no se detendrán allí, por lo que no conviene colocar cartelería importante o algún producto destacado, pero sí es fundamental que sea un espacio agradable a la vista.

Siguiendo el comportamento natural de la mayoría de las personas, luego de ingresar al umbral se produce un giro inconsciente hacia la derecha, siendo este lugar una zona de alto impacto que podés aprovechar.

Otros puntos calientes son las zonas aledañas a la caja y los probadores, ya que los clientes se encuentran allí en situación de espera.

Las zonas frías, son aquellas cercanas a la salida, los rincones y las esquinas, donde conviene colocar aquellos productos básicos y de primera necesidad, es decir, aquellas prendas que sabemos que los clientes buscan.

En las zonas oscuras o de poco tránsito se recomienda poner mercadería en oferta y liquidaciones de temporada, llevando el tráfico hacia allí con percheros atractivos y cartelería informativa.

El desafío es convertir las zonas frías en calientes, generando atractivo visual y mostrando mercancía tentadora que dirija la atención hacia estas zonas que no son las más llamativas en el circuito natural de compra.

Generá intriga y atracción visual

Mostrá tus productos estratégicamente, combinando colores y texturas.

Asegurate de colocar las prendas destacadas a la altura de la vista, y luego acompañarlas con el resto de tu propuesta.

Proponé looks, por ejemplo, poniendo algunos maniquíes con propuestas de vetimenta que incluyan también accesorios, para generar una idea de como combinar las prendas.

Un local bien organizado te permitirá sacarle el máximo provecho a tus prendas, aprovechando el potencial de tu mercadería y tu local, y mostrándole a tus clientes tus productos de manera estratégica, siguiendo su circuito natural de compra.